30 de agosto de 2004

Mímicas


Cuando necesitamos descargarnos de todo, son nuestro punto de escape, sacamos nuestro lado desinhibido, nuestra faceta teatral y así podemos estar horas tras horas. Siempre que alguna está mal, utilizamos la misma terapia, no se necesita mas que papel, lapiz y ganas de reirse (sin olvidar los bebestibles, comestibles y fumables).
Hace poco fue unos de esos días, coincidimos en malas ondas y decidimos un retiro, no pudo ser mejor escenario....casa frente al mar, noche despejada (después de días santiaguinos lluviosos), solo niñas.
Mímicas sin parar, notables la mayoría, los códigos que se producen enriquecen más nuestra amistad, las risas nos hicieron olvidar por un momento nuestros malos ratos, terminamos en esas confesiones que nunca se esperan, que generan discusiones y soluciones.
Volvimos a la vida real con un peso menos encima y con ganas de repente de hacer mas mímicas en el diario recorrido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

este texto me gusto muchisimo porque es gracias a las mimicas q nos podemos desahogar y tambien expresar nuestos sentimientos