23 de agosto de 2007

Llegó a Santiago provinciano




Me atrapó cuando me dijo que las gallinas le cantaban en el metro.
Me atrapó cuando habló de la noche echa poemas, de su patio, sus amigos y las estrellas.
También cuando me contó de aquellas fotografías, de sus zapatos desatados y de cómo fu avanzando en los cuadritos del destino.
Porque me enamoré de las divagaciones ciudadanas de un provinciano traspapelado.

La ra rara ra raaaa.....

2 comentarios:

rickalgo dijo...

Un provinciano se ha marchado... para no volver... pero los recuerdos de los charcos congelados, de la lluvia de verdad, de la fruta fresca, de los amigos paleteados, de las comadres de mi abuela, del ritmo lento, de las caminatas amigables... eso que sí se ha quedado para siempre

Eduardo Waghorn dijo...

Me gustó el título de tu blog...qué cierto.
Lo leeremos con calma.
Un abrazo para tí.